Prensa 20/10/2021 - hace 2 años

El Centramiento es la metadisposición que me permite observarme en mi coherencia

¿Cuál es el sentimiento después de 6 años de haber llevado esta competencia al Congreso de 2015 en el marco del lanzamiento del libro de las 7CCOP?
Fue la competencia que recibió menos aportes del mundo del coaching como fruto de la investigación colectiva que 150 personas de 10 equipos de toda la Argentina contribuyeron en ese año 2015 para el contenido del libro. Lo que demostraba que aun no estaba ampliamente difundida.
Hoy, después de 6 años, se ha internalizado mucho mas no solo porque el libro fue utilizado como texto para los estudiantes de 2do. Año de las escuelas formadoras de Argentina, sino que también se ha sumado en otros países. 
De todas formas, el enfoque lingüístico sigue predominando en la práctica del coaching y falta bastante trabajo para que se distinga esta competencia en el día a día de los coaches profesionales y se pueda internalizar como uno de los dominios primarios del ser a tener en cuenta junto al pensar y las emociones.
A las distinciones del dominio: ejes, respiración gestualidad mirada tono muscular, voz y movimiento, ¿se le suma alguna otra?
Uno de los cambios más importantes de estos años es que hoy considero que no hay 5 disposiciones corporales sino que son 4: Resolución, Estabilidad, Apertura y Flexibilidad. Hay una meta disposición corporal que es el Centramiento, que es mucho más que estar presente. La repetición de realizar en mí mismo técnicas de estar presente genera un hábito de observar el observador que estoy siendo como una faceta del observador que estoy siendo, dejando una huella neural que me permite lograr la PRESENCIA. El Centramiento como metadistinción, es una metadisposición corporal que me permite observarme en mi coherencia. Por ello, en las otras 4 disposiciones hay manifestación de su siendo corporal en equilibrio, en exceso o en déficit y no ocurre lo mismo en el Centramiento. Aquí, estamos en ese estado, o no estamos en él.
¿Cómo vinculamos esta competencia con los compromisos que asume el coachee?
En la práctica del coaching este dominio primario de la corporalidad es fundamental para mostrarle al coachee desde dónde está actuando, desde qué postura, tono de voz, velocidad del habla, silencios, verbalidad, movimientos, respiración, gestos. Este acceso le permite preguntarse si le abren o le cierran posibilidades para lograr el compromiso que el coachee declaró.
A las personas les ocurren cosas que se disparan de acuerdo a cómo se muestran en su corporalidad, por lo tanto, en la conversación que mantienen, la mayor parte de la comunicación es no verbal y, acorde a lo que expresan, pueden crear confianza o no. También pueden disparar emociones funcionales o no. Aquí es donde el coach desde sus competencias, es que puede mostrarle al coachee lo que para él, es transparente (piloto automático) en su manera de estar siendo. Distinguiéndolo, puede elegir e intervenir para cambiar su siendo corporal, por otro que le permita lograr lo que desea.
Un ejemplo de esto es conversar para guiar el desempeño de un colaborador en una organización. Desde la resolución en exceso, no permite que pueda escuchar y legitimar al mismo, logrando que se ponga a la defensiva y perjudicando la relación. 
Al mostrarle al coachee como es su postura hacia adelante, sus gestos y su tono de voz, puede ver que tiene disponible la resolución en exceso y no tiene habilitada la apertura para escuchar. A veces, con la sola incorporación de este cambio en su siendo corporal, puede lograr resultados que antes no podía lograr.
¿Cuál es el diferencial de contar con esta competencia como profesional en un proceso de coaching?
Poner en valor esta competencia al coachear genera resultados sorprendentes y a veces son atajos que permiten una asistencia profesional muy efectiva.
Por último, nadie da lo que no conoce ni da lo que no tiene, así que para mí la incorporación de esta competencia tiene su lado FUNDAMENTAL intrapersonal. 
Es decir, desarrollar mi capacidad de autoobservación desde el cuerpo, distinguir mis propios “siendo” corporales y desarrollar PRESENCIA como hábito incorporado que me permite inicialmente aceptar la incertidumbre y desarrollar la capacidad de realizar un ajuste creativo con lo que acontece en lugar de seguir tomado por la emocionalidad y corporalidad inconsciente porque no he desarrollado suficientemente mi capacidad de PARAR, OBSERVAR y ELEGIR. 
Si he logrado entonces distinguir en mí lo que esta competencia engloba, lo podré distinguir en el coachee. Y esto hace la diferencia.
¿Cuál es la invitación para acompañarte en la presentación de esta competencia?
Los invito a estar presentes el 25 de octubre a las 18:30hs para conversar juntos sobre el lado intrapersonal de la 6ta competencia, Valoración y Gestión Corporal.
 


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