“Conversando sobre las 7CCOP”. Un espacio para recordar los fundamentos de Coaching Ontológico. Héctor Chaskielberg.
A cinco años del nacimiento del libro de las 7 CCOP en el marco del 1° Congreso Latinoamericano de Coaching Ontológico en Buenos Aires, se revive la experiencia de validar nuevamente el aporte que han hecho sus referentes a nuestra profesión.
A lo largo de este año, compartiremos mensualmente una mirada en perspectiva sobre la significación del Coaching Ontológico Constructivista y Sistémico y las 7 competencias de propuestas por la AACOP, abordadas por quienes tuvieron el compromiso de presentar cada una de ellas.
El recorrido fue iniciado por Héctor Chaskielberg, quien debido a la imposibilidad de Alejandro Marchesán de revivir esta primera instancia, recreó desde su mirada, la importancia de este evento sumando algunas reflexiones para el presente y futuro del Coaching Ontológico.
En una distendida entrevista nos compartió su experiencia:
¿Cuáles son tus reflexiones a cinco años de la aparición del libro emblemático de nuestra profesión?
Ha sido muy importante para mí responder a la convocatoria, y después de 5 años presentar nuevamente la significación del coaching ontológico constructivista y sistémico y sus 7 competencias. Que siga esa lógica de conversación en la comunidad después de 5 años me parece que honra el espíritu de la AACOP y del libro.
Reemplazarlo a Alejandro Marchesán fue todo un desafío, porque si bien estuve presidiendo el congreso, no fui quien desarrolló la significación, sobre todo destacando que Alejandro estuvo liderando la gestión del libro.
¿Cuál es la mirada que le das a la Significación del Coaching Ontológico después de 5 años?
Poniéndolo en perspectiva, es un momento histórico para la AACOP y para el coaching ontológico a nivel global. A partir del congreso y de la presentación del libro, este se transformó notablemente. Hoy las escuelas con programa avalado están totalmente articuladas a lo que son las 7 competencias. Con esto digo que los alumnos que egresan de las escuelas avaladas, lo hacen con ese modelo representando un antes y un después.
Respecto de donde está posicionado el coaching ontológico en su declaración de carácter de profesión, marca un hito. Nos obligó a jugar en coherencia con esa declaración, donde hemos dado muchos pasos importantes y quedan muchos más por dar en su profesionalización.
Finalmente destaco la relevancia, porque es significativo que no hayamos podido hacer un segundo congreso, que el libro ya cuente con 8 ediciones, y que siga siendo el libro de la AACOP. y eso habla muy bien del trabajo que significó este libro.
¿Cuáles son los puntos más relevantes de tu presentación?
Entre los temas que compartí durante la conversación, en cada uno de los ellos encontramos un factor común y en estos 5 años estuvimos viendo qué conservar y qué incorporar en estos. Por ejemplo, en relación con otras disciplinas o ciencias y en el fino equilibrio entre abrir mucho el espectro y dejar de lado el coaching ontológico, no es el espíritu que prima ya la adopción sobre la conservación. Estaríamos cambiando la profesión.
Desde el marketing puede traer un poco de confusión cuando, al presentarse como ontológicos, los coaches lo hacen mezclando el coaching ontológico con otras disciplinas, como coaching holístico, neurocoaching, agregándoles títulos, y eso me genera un tanto de ruido porque no conserva la esencia del coaching.
Otro de los puntos que podemos traer tiene que ver con el poder del coachee. Cuando se produce ese exceso de decir el coachee nos guía, el coachee prima, es el que marca el ritmo, nosotros seguimos al coachee. Claramente el coachee es quien decide donde ir y cómo quiere ir, pero no lo hace solo. En ese sentido, me parece, no hemos puesto valor, en estos 5 años resaltando la relación colaborativa entre el coach y el coachee. Esta bueno poner ese equilibrio, esa instancia de colaboración donde cada uno tiene sus responsabilidades, sus competencias, su propósito y juntos tenemos un propósito mayor.
Otro de los aspectos que sobresalieron en el encuentro es la presencia del Coaching Ontológico en espacios de toma de decisiones. ¿Cuál es tu mirada en relación a eso?
Partiendo de la visión de la AACOP de ser protagonista de la transformación social de la República Argentina, reconozco que hemos ganado espacios de participación bastante rápido, incluso más que otras disciplinas. De todos modos, esto lo comparto como una aspiración a seguir tomando posiciones en las tomas de decisión.
Cuando hablas de darle claridad al cliente ¿A qué te referís?
Es un tema que me interesa porque hace a mi práctica profesional trabajando con empresas y ejecutivos, además de llevar adelante encuestas e investigaciones y estando atentos a ver cómo los coaches se venden, posicionan y trabajan. Se han formado en una profesión muy consistente y sólida en lo institucional, pero endeble aún en el ejercicio profesional porque cuando nos recibimos de coaches, hay una ceguera respecto a que el certificado es solo el cumplimiento de una etapa. Pero después viene el ejercicio profesional.
Los coaches necesitan tomar instancias que permitan llevar este proceso. En este último año se están dando conversaciones donde se pueda hacer cargo e instalar que es, cómo se desarrolla un coach una vez que egresa, cómo desarrolla su ejercicio profesional. No es una pregunta que nos hayamos hecho antes. Si a la formación, a la calidad formativa. Creo que este es el momento de esta pregunta. Qué instancias podemos crear para que el coach vaya incorporando maestría y sobre todo como hacer para vivir como coaches profesionales.
¿Cuál es la invitación para que sigan participando de las próximas presentaciones?
Creo que volver a recordar (volver al corazón). Para aquellos que estuvieron, es volver a reconectar y para quienes no estuvieron, conectarse con algo que fue tan significativo en ese momento y poder hacerlo ahora. Pasaron 5 años y el tren está en marcha para poder subirte y latir juntos en la profesión de esta creación tan importante como el libro de las 7 CCOP.
Lo que yo planteo más fervientemente es que en esta profesión nada vamos a poder hacer individualmente para hacer la transformación social que esperamos. Solo vamos a poder transformar juntos, por la complejidad que toda transformación requiere, y en la que nos hemos comprometido.